jueves, 18 de septiembre de 2008

La tragedia de Pando será la tragedia de Bolivia

La teoría de una conspiración apoyada por la Embajada de los Estados Unidos y ejecutada por los Cívicos y Prefectos de los departamentos autonómicos, calificada por el Gobierno del MAS con el rimbombante nombre de “conspiración cívico-prefectural” que provocaría la caída del gobierno del Sr. Morales, resultó ser un diabólico invento fraguado por los teóricos del CEJIS (Quintana, Rada, Almaráz, Llorentti, San Miguel, Yaksic García Linera…). Carece de fundamento y sustentación respaldados por pruebas objetivas, reales y concretas; aunque sus autores, desde el oficialismo y sus medios de prensa, se esfuerzan por inventar y fraguar pruebas en su favor.

La denominada “conspiración cívico-prefectural” anunciada por todos los medios de prensa nacionales e internacionales por los voceros del Gobierno del Sr. Morales, parece constituirse en un acto de una tragicomedia montada intencionalmente para lograr destruir, anular y aniquilar toda forma de oposición política en los departamentos autonómicos y, una advertencia a los movimientos ciudadanos del resto del país, para que no se atrevan a seguir desarrollando sus democráticas actividades de rechazar las medidas gubernamentales tendientes a la imposición de un proyecto de constitución totalitaria, el proyecto de constitución del MAS. Es, en todo caso, un plan que, urdido desde el Ministerio de la Presidencia estaría dirigido al derrocamiento del Prefecto pandino, elegido democráticamente, Sr. Leopoldo Fernández Ferreira y su detención en La Paz, previa acusación infundada, de ser el responsable de los enfrentamientos en la localidad de Porvenir. Según el plan, serían derrocados posteriormente, Suárez, Costas, Cossío y Cuellar. Así, lo que no pudieron hacer en las urnas, pese al fraude electoral, estaría siendo realizado por las armas venezolanas en poder de grupos de choque del MAS y de elementos de un servil Ejército boliviano.

Los enfrentamientos en Porvenir fueron advertidos, con cuatro días de anticipación por el comentarista político Carlos Valverde y por el periodista Méndez Alpire quienes, desde el programa televisivo “Sin Letra Chica” señalaron que normalistas de origen aimará, radicados por disposición del gobierno en la amazónica ciudad de Riberalta, estaban siendo instruidos y armados para marchar sobre la capital del departamento Pando y enfrentar a autonomistas. Advertencias que no fueron atendidas ni por los Prefectos autonómicos, ni por los Cívicos, ni por la Iglesia ni por organizaciones defensoras de los derechos civiles.

Como resultado del enfrentamiento entre ambos bandos, se tuvo que lamentar decenas de muertos, heridos y desaparecidos. No hubo masacre ni emboscada como pretende hacer creer el gobierno del MAS a la opinión pública nacional e internacional. Si hubo un lamentable enfrentamiento entre dos bandos de bolivianos, uno que defendía su autonomía y sus principios democráticos otro, que enviado por irresponsables amantes de la violencia, pretendía despojar el pueblo pandino de su libertad y autonomía.

Se atribuiría la organización armada de los normalistas, a elementos progubernamentales del municipio de Cobija y a altos funcionarios del Ministerio de la Presidencia.

Ante el fracaso de los grupos de choque masista en la toma de Cobija, el gobierno del Sr. Morales hizo uso del servil Ejército boliviano quienes haciendo gala de la fuerza de sus armas, lograron doblegar la resistencia del valeroso pueblo cobijeño. Este Ejército fue a Cobija a matar, a desenvolverse como sicarios del oficialismo, dejando de lado su función de garantía de la paz y la legalidad. Los mandos de este servil Ejército actuaron con dureza y, aprovechando la prohibición de la actuación y presencia en Pando de la prensa independiente, cometieron allanamientos a domicilios particulares, prepotencias y abusos, seguramente a la espera de un premio, el ascenso inmediato de su Alto Mando al grado de “Mariscales del Acre”.

Leopoldo Fernández, sólo y desarmado, fue detenido, mediante un gran despliegue de trescientos militares fuertemente pertrechados y enviado en avioneta militar a la ciudad de La Paz. Otros once pandinos, entre hombres y mujeres, líderes cívicos y sindicales perdieron, junto al Prefecto, su libertad. Son los primeros doce presos políticos en la historia de la democracia boliviana de los últimos 25 años. Los primeros presos políticos del gobierno del Sr. Morales.

Los verdaderos autores de las muertes en Pando están en el oficialisimo. Los verdaderos conculcadores de los derechos y garantías constitucionales de los pandinos, están en el oficialismo. Los verdaderos instigadores de la destrucción de la prensa libre, están en el oficialismo. Los verdaderos autores de las muertes en Pando recibieron instrucciones del Palacio de Miraflores de Caracas para redactar, en el Palacio Quemado de la ciudad de La Paz, el comunicado de apoyo al Sr. Morales, que fue leído por la señora Bachelet en la Casa de la Moneda de Santiago de Chile y suscrito por los Jefes de Estado de UNASUR el día 15 de septiembre de 2008.

La tragedia de Pando, será la tragedia de Bolivia.

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