martes, 23 de septiembre de 2008

El chantaje de Evo Morales para imponer la Constitución del MAS

Pedro Alfonso Del Castillo R.


Ante el silencio cómplice de los chilenos Insulza y Valdés - enemigos declarados de Bolivia, amigos íntimos de Evo Morales, además de la implicación cínica del argentino Dante Caputo - el Presidente de la República, Jefe del MAS y líder de las 6 Federaciones de Cocaleros del Chapare, el día 22 de septiembre, momentos antes de su viaje al exterior; de manera descarada y desaprensiva lanzó, en presencia de la timorata y alelada prensa nacional y sorprendidos corresponsales extranjeros, sin rubor ni turbación, la extorsión, coacción y amenaza más audaz que un Jefe del Estado, cual belicoso líder sindical, se ha atrevido a proferir en la historia democrática del país: “ si los Prefectos aceptan y firman este acuerdo, los sectores sociales levantarán las medidas de presión, se garantizarán las autonomías departamentales y la paz retornará al país. En esta situación estaremos en condiciones de lanzar la convocatoria congresal, para la aprobación del texto constitucional, hasta el 15 de octubre”.

Se trata, simple y llanamente, de un vil extorsión y amenaza a la República para imponer, con la interesada complicidad chilena ( Bachelet, Insulza, Valdés) un proyecto de constitución de carácter totalitario que destruirá el Estado Social y Democrático de Derecho para implantar por la fuerza de un referendo fraudulento, un Estado plurinacional comunitario, de carácter etnocéntrico.

La imposición del texto del proyecto de constitución del MAS supondrá, entre otros aspectos, la desaparición de la República de Bolivia ( en sus 411 artículos y 9 disposiciones transitorias, no se menciona a nuestra República). Desaparece, en consecuencia la nacionalidad boliviana y en su lugar aparecen categorías sociales y culturales de clases interculturales, naciones indígenas originarias y pueblos afrobolivianos con derechos y deberes diferenciados. Así mismo desaparecerá la actual división administrativa de la República en departamentos, provincias y secciones, los mismos que serán sustituidos por un anárquica superposición de autonomías regionales, indígenas, campesinas, provinciales, étnicas, municipales y departamentales.

El proyecto de constitución del MAS, que por acción de amenazas y extorsiones se pretende implantar intenta concentrar el poder político, económico y social total en Evo Morales y en el Estado plurinacional comunitario ( totalitarismo); implementar un “control social superior” sobre la ciudadanía y las instituciones de la sociedad civil, con poderes supremos, sin reglas claras y a capricho de los sectores sociales al servicio del oficialismo.

El proyecto de constitución que se pretende imponer por el chantaje y la amenaza, suprime los principios de justicia y obliga a constitucionalizar los asesinatos y linchamientos, a título de justicia comunitaria. Crea una confederación de 36 estados al interior del Estado, con capacidad de autodeterminación que destruyen la unidad del país.

El proyecto oficialista intenta convertir a su propia constitución en una simple disposición al servicio del MAS, para poder ser cambiada, alterada, modificada y variada, en cualquier momento, de acuerdo con las necesidades del régimen.

El interés de destruir la República de Bolivia no es sólo cuestión del programa de gobierno del MAS, es interés geopolítico de Chile para aprovechar el desconcierto y usurpar nuestros recursos naturales y todo, por imponer un proyecto de constitución ilegal, ilegítimo, manchado de sangre.

1 comentario:

Luis Eduardo Siles dijo...

Estimado amigo :


Estoy seguro que le interesará esta pequeña investigación sobre el tema de la famosa “justicia comunitaria” que menciona en su artículo, en http://nuestroperronegro.blogspot.com/2008/10/bolivia-justicia-comunitaria-la.html. El tema de si los linchamientos entran o no en esa categoría de justicia me resulta insulso con toda franqueza. Primero porque sus autores siempre dicen abiertamente que si, por ejemplo los gloriosos ponchos rojos han dicho en la televisión nacional que en aplicación de esa “justicia “ se van a comer a Leopoldo Fernández luego de lincharlo, (afirmaciones similares pueden encontrarse en la investigación o en una búsqueda simple ) y segundo porque mas allá de en que categoría entra o no, el gobierno debiera hacer algo para que estos actos de barbarie no ocurran. Obviamente no lo harán por tanto Morales como Linera son antes que nada unos linchadores, linchadores de las ideas, de la ley, de la verdad y de las personas. Bolivia es hoy el país con mas linchamientos en América latina, incluso superando a Guatemala donde esta terrible forma de ajusticiamiento es lamentablemente muy común.

Atentamente,

Luis Eduardo Siles