viernes, 17 de octubre de 2008

Seminario Internacional "El nuevo populismo totalitario"

Con el trasfondo de lo que acontece en Bolivia, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Venezuela analizar las causas de deterioro o raquitismo institucional de donde derivaron estas naciones los regimenes autoritarios y donde la democracia parece limitarse al proceso electoral en el mejor de los casos. ¿Son estos gobiernos una amenaza nueva a la institucionalidad y las democracias de la región? O ha sido más bien la falta de institucionalidad, de verdaderas libertades políticas y económicas y de la ausencia del Estado de Derecho en la región lo que ha engendrado el retorno casi cíclico de nuestros pueblos a abrazar el mesianismo electorero y de allí a sobrevivir en regimenes totalitarios.

Precio: $50.00 (donación deducible)

Expositores:
Carlos Alberto Montaner, Cuba
Plinio Apuleyo Mendoza, Colombia
Eduardo Mayora, Guatemala
Otto Guevara Guth, Costa Rica
Roberto Eisenmann, Panamá
Luis Callejas, Nicaragua
Dora de Ampuero, Ecuador
Walter Justiniano, Bolivia
Rafael Alfonzo, Venezuela

Organiza Fundación Libertad de Panamá.
Patrocinan Fundación Friedrich Naumann y RELIAL, Red Liberal de América Latina

Date:

Wednesday, October 22, 2008

Time:

8:00am - 6:00pm

Location:

Hotel Miramar

Street:

Avenida Balboa

City/Town:

Ciudad de Panamá, Panama


International Seminar "The new totalitarian populism"
The situation in Bolivia, Cuba, Nicaragua, Ecuador and Venezuela gives us the framework to talk about the critical situation Latin America is living nowadays.

Why that kind of regimes are taking place in the region? Is one of the question we will try to figure it out in this seminar.
With the presence of remarkable speakers, writers, academics and politicians from all over the region.

http://www.relial.org/Articulos/articuloDetalle.asp?Id=8165

viernes, 10 de octubre de 2008

26 años de democracia

Editorial Los Tiempos

Un día como hoy, el 10 de octubre de 1982, hace ya 26 años, Bolivia celebraba el fin de una época histórica y el inicio de otra. Ese día, el último presidente militar, el Gral. Guido Vildoso Calderón, puso la conducción del país en manos del Dr. Hernán Siles Zuazo, ganador de tres elecciones consecutivas.

Ahora, cuando nuestra democracia atraviesa por una de sus más agudas crisis, bien vale la pena recordar cuánto costó conquistarla y lo mucho que podemos perder todos los bolivianos si no somos capaces de evitar su destrucción.

Como se recordará, hace 26 años inauguramos lo que hasta ahora es el período democrático más largo de nuestra historia: 26 años consecutivos de gobiernos constitucionales y transmisiones pacíficas. No han sido años fáciles, y hemos tenido que sortear muchas dificultades, pero sin duda, el balance final es por demás positivo.

Pese a muchas limitaciones, la mayor parte de ellas atribuibles a la mezquindad y falta de visión de nuestros líderes políticos, se logró mantener siempre vigentes las libertades ciudadanas. Prácticas que hasta entonces fueron muy comunes, como la persecución, el confinamiento, el exilio, la tortura, y en muchos casos el asesinato de adversarios políticos, fueron eliminadas de la práctica política.

Mediante un proceso no exento de muchas deficiencias, logramos consolidar las principales instituciones republicanas, paulatinamente se fueron superando las exclusiones sociales, ampliando y perfeccionando la participación ciudadana y a través de un permanente aprendizaje colectivo hicimos nuestros los valores inherentes a la convivencia pacífica. En resumen, hicimos un mejor país.

Una de las más elocuentes pruebas de lo exitoso que fue ese proceso es que ahora Bolivia es gobernada por un representante de los sectores sociales que durante toda nuestra historia habían sido marginados. Fue gracias a la democracia, a sus procedimientos y sus instituciones, que el Movimiento al Socialismo logró ganar limpiamente y por amplio margen unas elecciones generales. Su triunfo fue respetado y Evo Morales es, legítimamente, el Presidente de Bolivia.

Ese sólo hecho es por demás suficiente para que nadie pueda poner en duda que el balance final de estos 26 años de democracia arroja un saldo ampliamente favorable, lo que por supuesto no significa que no haya habido muchas deficiencias. Lo importante, sin embargo, es que supimos mantenernos por el buen camino y en los momentos más difíciles supimos deponer enconos para preservar la paz y la libertad.

Lamentablemente, este año la conmemoración de este hito de nuestra historia viene acompañada de múltiples motivos para temer por el futuro de la democracia. Es que las mismas tentaciones totalitarias que en otras épocas ocasionaron la interrupción del régimen democrático están inspirando a quienes gobiernan. No hay día que pase sin que se aseste un nuevo golpe a los fundamentos mismos del Estado de Derecho y todo lo tan arduamente construido amenaza con derrumbarse.

Quienes tienen en sus manos la conducción del país, tanto desde el oficialismo como desde la oposición, tienen la enorme responsabilidad de conservar y dar continuidad al proceso iniciado hace 26 años, o ser sus sepultureros.

http://lostiempos.com/noticias/10-10-08/editorial.php